Muchas personas suelen decir y argumentar que para sus padres fue mucho más sencillo lograr sus metas, adquirir un carro o comprar un apartamento era más factible en esa época que en la nuestra, pero me atrevo a decir que esa creencia es totalmente falsa, porque nunca habían existido tantos canales de comunicación juntos, tantas herramientas que nos permitieran llegar e influir a muchas personas en tan poco tiempo, nunca antes habían existido tantas formas de potenciar nuestra profesión y/o marca personal, y lo mejor de todo hay más dinero en el mundo que nunca antes.
El problema no está en las oportunidades, porque existen y muchas, el problema es que no sabemos cómo aprovecharlas, queremos generar ingresos hoy como lo hacían nuestros padres hace 30 años atrás, y eso es imposible. Esperamos encontrar un empleo que nos pague un buen sueldo y nos garantice todos los beneficios de ley (la empresa les pague el colegio a nuestros hijos, nos proporcione los útiles escolares, organice un plan vacacional y en diciembre le traiga el niño Jesús), pero lamento decirles eso no volverá nunca más, porque el modelo de negocios, la globalización y la tecnología transformaron drásticamente las oportunidades comerciales y la forma como se genera dinero hoy en día.
El mundo cambio y solo aquel que este dispuesto a cambiar con él, podrá aprovechar todas las oportunidades que el mundo ofrece, no podemos aspirar a tener éxito financiero pensando desde una era que ya no existe, que caducó y que no volverá jamás. Lo único que exige esta era es salir de nuestra zona de confort, aprender nuevas herramientas y adoptar competencias que nos permitan aprovechar dichas oportunidades; la comodidad y la seguridad de un empleo desapareció y hoy nos toca responsabilizarnos completamente de nuestro presente y futuro, el estado o la empresa que nos protegía ya no pueden más, por ello es tan importante educarnos y desarrollar nuevas habilidades que nos hagan más competitivos en esta nueva economía, la economía de la información y el conocimiento.
En nuestros tiempos, tus ingresos son proporcionales a lo que sabes, a tu capacidad para resolver problemas y a tus destrezas para promoverte, ya no te pagan por el cargo que ocupas o por la oficina lujosa que ostentas; por esta razón, es tan importante desarrollar inteligencia financiera que te permita capitalizar dicho conocimiento, nunca antes habíamos sido tan independientes, solo que dicha independencia tiene un precio y aquel que no este dispuesto a pagarla vivirá quebrado por el resto de sus días.
Identifica esa creencia limitante que puede estar afectando tu cuenta bancaria y ábrete a la posibilidad de aprender, de conocer y de crecer. El miedo a lo desconocido siempre está presente, pero te garantizo que, si te atreves a salir de la comodidad y a romper paradigmas, solo te arrepentirás de una sola cosa, de no haberlo intentado antes.
Formas para generar dinero y construir riqueza abundan en el mundo, solo debes tomar la decisión y hacerte la pregunta correcta ¿Cómo puedo pagarlo? Y dejar a un lado la frase incorrecta “Es que no puedo pagarlo”. Más allá de la crisis en la que Venezuela se encuentra, debemos hacernos conscientes de la transformación que estamos viviendo; pero sin duda nuestra curva de aprendizaje es poderosa, así que demos gracias a Dios por todo lo que estamos viviendo, porque nos estamos fortaleciendo, después de esta tormenta Venezuela será un gran país.