Hace 10 años atrás tuve el honor de recorrer el colegio Hebraica de punta a punta, recuerdo haber aprendido algunos principios financieros importantes de parte de quien fuese para ese momento el director, él me explicó que todos los niños ingresan a una escuela de negocios donde aprenden hábitos para el manejo eficiente del dinero y que parte del éxito de la comunidad judía dentro del ámbito financiero es el hecho de recibir educación desde muy pequeños. Mientras conversábamos el me enseñó uno de los principios financieros más trascendentales que he escuchado en mi vida, él me dijo “Alejandro, básicamente nosotros aprendemos a llenar un vaso y vivimos de lo que se desborda”.
No ha sido fácil entender dicho principio, pero con el tiempo he comenzado a asimilar su significado, nuestra sociedad no está acostumbrada a llenar el vaso nuestras emociones prevalecen y nos impiden pagar el precio, nos gusta la inmediatez y no creemos en procesos. El éxito financiero a mediano y largo plazo va de la mano con nuestro compromiso para construir las bases que nos permita edificar dicha prosperidad; el vaso solo se llena con trabajo, disciplina, educación financiera, paciencia y mucha perseverancia.
Cuando ese vaso tiene lo suficiente para garantizar la estabilidad económica de nosotros y nuestras familias, podemos comenzar a disfrutar de aquello que se rebosa, lo que muchos autores y escritores en el área llaman GRATIFICACIÓN DIFERIDA que no es más que la capacidad emocional que tiene una persona de postergar la recompensa o la necesidad de gastar antes de lo debido. NO SOLO DEPENDERÁ DE LA HABILIDAD PARA GENERAR DINERO, SINO DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL PARA RETENERLO.
Pero no caigas en la trampa de pensar que el vaso se llena con dinero, nada más alejado de la realidad; muchas personas producen dinero y su vaso nunca llega a rebosar porque carecen de educación financiera, solo los ingresos que no dependan directamente de ti podrán desbordar dicho vaso, recuerda que ganar dinero y generar riqueza son dos cosas muy diferentes y solo aquellos que estén dispuestos a aprender la diferencia encontrarán prosperidad y bienestar en sus vidas.
Nunca antes la inteligencia financiera había sido tan importante como hoy, en un país con tantos problemas económicos tener herramientas en mano que nos permita entender el contexto es de vida o muerte, porque aquellos que no tienen ningún tipo de información pueden caer fácilmente en la depresión y la desesperanza; la comunidad judía son un gran ejemplo de perseverancia y éxito financiero porque entendieron que la prosperidad y la abundancia estaba en sus manos, aprendamos de estas comunidades que han demostrado que a pesar de conflictos y guerras en el pasado han podido cambiar sus resultados financieros creando una nueva consciencia ciudadana.
Nuestro futuro financiero está en nuestras manos y depende exclusivamente de nuestra habilidad para aprender principios de éxito, no importa el dinero que entre a tu bolsillo importa qué haces y cómo haces para llenar el vaso, y si aún no entiendes cuál es el vaso y qué lleva adentro es porque te falta información y conocimiento financiero. Nuestro trabajo busca crear consciencia y hacer equipo para que juntos podamos avanzar como país, la Venezuela que deseamos no la hacen unos pocos la hacemos todos y solo avanzaremos cuando entendamos que tenemos que unirnos y aprender principios que se deben enseñar desde las aulas de nuestros hijos.