Una investigación realizada por la Universidad de Harvard sugiere que aquellas personas que pagan para obtener más tiempo libre, delegando las tareas domésticas como limpiar la casa o cocinar, logran mayores niveles de satisfacción, un descubrimiento interesante y que pone en duda el viejo dicho que afirma que el dinero no da la felicidad.
La reconocida profesora Ashley Whillans, autora de la investigación que publica Proceedings of the National Academy of Sciences, afirma que “Las personas que contratan a alguien para que cuide de su casa o paga simplemente para que le cuiden su jardín, podría sentirse como si estuviera siendo perezoso. Pero en realidad muestra que comprar tiempo conlleva una mayor felicidad, similar a la de tener más dinero”.
Más de 6.000 personas procedentes de EEUU, Canadá, Dinamarca y otros países de Europa, fueron encuestadas. A quienes se les preguntó ¿Cuánto dinero? destinaban para obtener más tiempo libre, mejorar su calidad de vida o simplemente disminuir sus niveles de estrés en su día a día. Lo interesante fue descubrir que muchos de los encuestados que decidieron gastar o invertir parte de su dinero en comprar tiempo reportaron una mayor satisfacción con la vida, incluso el nivel de ingresos de los encuestados no hacía la diferencia, ya que la inversión era posible en mayor o menor medida en función a las capacidades financieras de cada individuo.
Para probar si el tiempo comprado realmente generaba más felicidad, los encuestadores también realizaron un experimento de campo con 60 personas que fueron asignadas al azar para gastar 40 dólares en ganar tiempo durante un fin de semana o para destinarlo a cualquier otra compra que no estuviera relacionada con el tiempo. Los resultados arrojaron que las personas se sentían más felices cuando gastaban el dinero en una compra que les generaba tiempo, que solo para aquella compra de un bien.
Asimismo, la encuesta reflejó que sólo un 2% expresó que usaría parte de su dinero para adquirir tiempo. Aunque el tiempo se puede comprar y puede servir para aliviar el estrés del día a día o la calidad de vida, todavía son pocos los que lo hacen incluso aunque puedan permitírselo. El propósito para la generación de riqueza no puede ser la acumulación de dinero en sí, sino la capacidad y la inteligencia que tengamos para hacer que el dinero nos brinde felicidad, y eso dependerá de nuestras prioridades.
¡CLARO QUE EL DINERO NOS PUEDE AYUDAR A GENERAR FELICIDAD!