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O TRABAJAS POR DINERO, O TRABAJAS PARA CREAR RIQUEZA

Trabajamos arduamente durante toda la vida para obtener dinero, para garantizar el sustento a nuestra familia y para adquirir algunos bienes que nos permitan gozar de una calidad de vida favorable, pero nunca nos detenemos a evaluar nuestras capacidades reales para generar riqueza, para identificar nuestro nivel de inteligencia financiera, para medir nuestras competencias o habilidades para resolver problemas de dinero o para conocer los principios que rigen el éxito financiero.

Vamos por la vida trabajando muy duro para obtener algo que realmente no entendemos, pensamos que el dinero es un billete impreso que podemos intercambiar por bienes y servicios, y nada más alejado de la realidad. El dinero es mucho más que eso, es una consecuencia de nuestras destrezas comerciales, es un reflejo de nuestra educación financiera, es una unidad de medida que mide el servicio que le damos a la comunidad y la habilidad para monetizar dicho servicio, al fin y al cabo, ES UNA EXPRESIÓN DE NUESTRA INTELIGENCIA EMOCIONAL.

Parte de esa educación financiera que tanto escuchamos es diferenciar las actividades que solo generan dinero y las actividades que crean riqueza, la mayoría de las personas que trabajan por dinero no saben cómo subir a un nuevo nivel, cómo avanzar a una posición donde ya no existan los problemas financieros y puedan responder a las necesidades sin la angustia y la incertidumbre de la escasez y la pobreza a la vuelta de la esquina.

Esa diferencia gira alrededor de varios puntos fundamentales e importantes para crear riqueza, el primero es entender que no podemos trabajar por dinero, porque todo aquello que se construye basado en el lucro se derrumba en muy corto tiempo, recuerda que el verdadero dinero se genera cuando brindas un servicio a la comunidad y lo haces con pasión, compromiso, disciplina, entrega y dedicación. El segundo punto es la construcción de un activo que esté basado en aquello que sabes hacer con excelencia y te apasiona hacer, este activo inicial te permitirá adquirir otros activos.

El tercer punto es muy valioso e importante, planifica el crecimiento de dicho activo, el éxito no depende de la suerte sino de la habilidad para planificar y organizar los pasos a seguir para cada meta, el plan de acción te dará la energía suficiente para avanzar, recuerda que el emprendimiento es un camino que está lleno de muchos retos y más en nuestro país, por esta razón exige carácter de nuestra parte.

Y la última recomendación es la fe, es decir, la certeza de aquello no aún no se ve. Muchas veces abandonamos porque realmente no comprendemos el proceso, estamos acostumbrados a la recompensa inmediata, al dinero rápido, a la facilidad sin entender que solo el proceso nos hará realmente libres de esa esclavitud de trabajar por dinero, no existe nada más poderoso que reconocer en uno la capacidad de generar riqueza, el conocer los principios de éxito financiero y llevarlos a la práctica para construir un mejor futuro.

Hagamos una pausa en nuestras ocupaciones y busquemos educación para entender el dinero desde su esencia, desde su concepción, desde lo más profundo de nuestras emociones, porque solo mejorando nuestras relación con el dinero podremos crear prosperidad y abundancia en nuestras vidas, el dinero es una consecuencia no es la causa, así que deja de enfocarte en él y haz aquello que sabes hacer con pasión, fuerza, determinación, calidad y humanidad, y verás cómo el éxito financiero comienza a sonreír para ti.